viernes, 24 de julio de 2015

Jason

Jared es otro de los " desafortunados" inquilinos de " la guarida del lobo rosa ".
Jared era un chico de campo, siempre había crecido alrededor de animales y no hay cosa que eche más de menos que cuidarlos y pasar interminables atardeceres con ellos.
Siempre ha tenido una relación especial con todos los seres vivos, pero sobre todo, siempre ha sentido simpatía por los roedores, aquellos pequeños animalitos de dientes puntiagudos y orejas grandes que tanto odia todo el mundo.
Hubo un verano tan caluroso, que la familia de Jared fué obligada a vivir con las ventanas abiertas dia y noche, y a comer siempre en las terrazas de su granja. Jason dejaba cada vez migillas de pan para sus pequeños amigos los roedores, pero un día, la cantidad de ratas que aparecieron a la hora de comer asustó tanto a la familia de Jason que tuvieron que huir y contratar a un exterminador.
Cuando Jason se enteró de que alguien iba a matar a sus preciadas ratas, corrió hacia la madriguera de donde ellas provenian. Era una gran obertura debajo del sótano de la casa, suficiente como para que un niño se pudiese meter adentro. 
Ignorando todo, el exterminador, con su luz verdosa, fumigó y fumigó el sótano de la casa, dejando a Jason sin aire para respirar ni luz para ver más allá de los ojos rojizos de sus pequeñas amigas.
Cuando la familia se enteró dela desaparición de Jason corrieron en su busca, pero ya era demasiado tarde. El pelo de Jason se había convertido blanco por los químicos del sotal, y sus ojos ciegos como los de un topo nocturno, sin embargo, el pequeño muchacho se encontraba fuera de la casa, inconsciente, ayudado por todas aquellas ratas que tanto habian odiado su familia.
Noches después tras una larga recuperación en el hospital de la comarca, Jason volvió a casa, y descubrió con placer, que sus amigas las ratas le esperaban en su habitación. Los roedores trajeron con ellos pequeños obsequios: gusanos, laurel, y bichos muertos que ellas consideraban un manjar, fué entonces cuando Jason descubrió que podía comunicarse con ellas de la misma manera que se comunicaba con sus padres y hermanos, y aquello, no lo asustó si no que todo lo contrario, fué a demostrarlo a sus padres que en aquellos momentos dormían placidamente bajo el aire de un ventilador.
Cuando los padres vieron los intentos fallidos de Jason para comunicarse con una de aquellas ratas que tanto infortunio había causado a su familia, lo dieron por demente, y decidieron encerrarlo en un centro mental, donde podría recuperar la cordura y con un poco de suerte, su pelo rubio.
Jason escapó y decidió nunca más volver a casa, lo que no sabía era que su suerte iba a ir en peor, cuando fué dado por huérfano en las calles de la ciudad, y encerrado en aquel horfanato, al que todos los niños llamaban  " la guarida del lobo rosa"





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